Teletrabajo y sedentarismo son dos conceptos que, desde la pandemia, van de la mano para millones de personas. Aunque trabajar desde casa tiene ventajas evidentes, también puede aumentar el riesgo de inactividad física, con consecuencias importantes para la salud.
¿Cómo afecta el sedentarismo al cuerpo?
- Aumenta el riesgo de hipertensión y enfermedades del corazón.
- Favorece la resistencia a la insulina y puede contribuir al desarrollo de diabetes tipo 2.
- Debilidad muscular y problemas posturales, como dolores en la espalda o cuello.
- Mayor riesgo de ansiedad, depresión y fatiga emocional.
El teletrabajo y su impacto en la actividad física
- Menos desplazamientos al no acudir a la oficina.
- Comidas rápidas en el escritorio sin pausas activas.
- Jornadas extensas que dificultan la desconexión.
- Espacios no ergonómicos, como trabajar desde el sofá.
Estrategias prácticas para mantenerte activo en el teletrabajo
- Levántate cada hora: pausas de 5 minutos por cada 60 minutos de trabajo.
- Adapta tu espacio de trabajo: silla firme, pantalla a la altura de los ojos.
- Muévete durante llamadas: camina o estírate mientras hablas.
- Ejercicios breves: estiramientos, sentadillas suaves o movilidad articular.
- 30 minutos diarios de actividad moderada: caminar, yoga o rutinas online.
- Apps y recordatorios para fomentar pausas activas.
- Motivación grupal con compañeros o familiares en remoto.
¿Qué dice la ciencia?
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el sedentarismo causa más de 5 millones de muertes al año. Además, estudios publicados en Journal of Occupational Health alertan sobre el riesgo cardiovascular y problemas musculoesqueléticos asociados al teletrabajo prolongado.
Una nueva forma de trabajar, una nueva forma de cuidarse
El trabajo remoto ha llegado para quedarse, pero no debe significar menos movimiento. Cuidar la postura, incorporar pausas activas y aprender a desconectar son claves para preservar la salud.
Pequeños cambios sostenidos marcan una gran diferencia.