La cantidad de calorías que se queman con la actividad física depende de diferentes factores:
- Peso.
- Sexo.
- Contextura física.
- Tipo de actividad.
-
Intensidad y duración de la misma.
Teniendo esto en cuenta, cualquier tipo de actividad, aunque no implique apenas movimiento conlleva un consumo de energía, aunque éste sea mínimo, y puede ayudar a adelgazar. Simplemente con trabajar sentado ante la mesa de la oficina se consumen 50 kcal.
Lo importante para adelgazar, a la postre, es gastar más energía de la que se ingiere con los alimentos. Por supuesto, caminar un mínimo de 30 minutos diarios, y mejor si se hace a un buen ritmo, es el ejercicio más sencillo y facilita la pérdida de peso. Consecuentemente, prescindir del vehículo y de los medios de transporte en general, al menos en un tramo largo del recorrido, es una buena manera de obligarse a andar. También se puede hacer en casa, paseando 10 minutos por cada hora que se pase sentado, o sacando al perro a pasear.
O yendo a la compra a pie y volver a casa con el peso de las bolsas. Los ratos de sofá y tele se pueden también aprovechar para hacer ejercicios con un paquete de arroz en cada mano, como si fuesen mancuernas, fortaleciendo así brazos y pectorales; o levantando con los pies y las piernas estiradas bolsas de un kilo o dos cada una.

Prescindir del ascensor y subir y bajar escaleras (al menos tres o cuatro pisos y si es con peso mejor), limpiar los cristales de las ventanas, barrer y fregar los suelos de casa o lavar, secar y encerar el coche a mano son ejercicios de mayor intensidad y con ellos se queman más calorías y que permiten incrementar significativamente la suma de calorías consumidas a lo largo del día. Por tanto, uno puede planificar la actividad diaria incorporando todo este tipo de rutinas que no hacen sino consumir calorías.
Pero si aun se desea incrementar más el balance de calorías quemadas, se puede diseñar una tabla de ejercicios de 10 a 15 minutos de duración, por ejemplo, después de levantarse y antes de ducharse. Es una cuestión de constancia y de que se contemplen ejercicios que incluyan todos los grupos musculares. En internet se pueden encontrar numerosas tablas de este tipo, con ejercicios sencillos, inicialmente suaves, y que pueden intensificarse en la medida en que se gana flexibilidad y resistencia.
Otra manera de mantener la actividad física es aprovechar los fines de semana para programar actividades con la familia, desde la práctica de algún deporte, dar un paseo en bicicleta o hacer una excursión al campo que incluya un largo paseo disfrutando de la naturaleza.
Todo es cuestión de voluntad, constancia y planificación. No es necesario ir a un gimnasio, que también se puede hacer. La vida cotidiana ofrece muchas oportunidades y maneras de quemar calorías y por tanto de adelgazar o, si no fuera necesario, al menos mantenerse en forma física y mental disfrutando de los beneficios que el ejercicio físico aporta a la salud.