La tendinitis cuadricipital es la inflamación del tendón del cuádriceps, el cual nace de la rótula y se prolonga hacia el músculo. La causa de esta lesión es la sobrecarga del tendón como consecuencia de movimientos o mecanismos de tensión repetitivos del cuádriceps sin que éste cuente con la fuerza necesaria. Esto acaba por originar un traumatismo que ocasiona la inflamación del tendón. Esta lesión es frecuente en la práctica de deportes de impacto o de salto (fútbol, baloncesto, voleibol, etc.).
El síntoma más representativo es el dolor que se produce en la parte superior de la rótula, en la que se inserta el tendón, cuando se palpa, se contrae el músculo o se produce una elongación del mismo.
El diagnóstico contempla tres manifestaciones diferentes de la tendinitis cuadricipital:
- Tendinosis, que implica el engrosamiento del tendón.
- Micro-roturas fibrilares.
- Calcificación del tendón (tendinitis calcificante).

Tratamiento de la tendinitis cuadricipital
Como sucede con todas las tendinitis, el tratamiento inicial es a base de antiinflamatorios y la aplicación de frío en sesiones de diez minutos tres o cuatro veces al día. Si con ello no remite el dolor, habrá que iniciar la fisioterapia, procurando trabajar la elongación del tendón y fortaleciendo el cuádriceps, además de reducir el dolor, para lo que se puede recurrir a la electroestimulación (TENS).
En el caso de que hay calcificaciones se pueden utilizar ondas de choque para pulverizarlas. El siguiente escalón terapéutico es el de las infiltraciones con corticoesteroides, con un máximo de tres. Y, si nada de esto consigue calmar el dolor será necesario recurrir a la cirugía, mediante la realización de una artroscopia para eliminar las calcificaciones.
El tiempo de recuperación varía en función del tipo de lesión. Si el dolor es leve y la inflamación ligera, la tendinitis cuadricipital se recuperará en apenas dos semanas. Pero si hay micro-rotura fibrilar o calcificación del tendón serán necesarios uno o dos meses.
En caso de cirugía, la fisioterapia será la base del tratamiento postquirúrgico, aunque en todos los casos será necesario desarrollar una serie de ejercicios en casa con mucha constancia para fortalecer la musculatura. Si no se hace así es probable que la lesión vuelva a reproducirse.
La tendinitis cuadricipital se podría prevenir desarrollando una rutina de calentamiento antes de iniciar la práctica deportiva, en la que los movimientos de elongación del cuádriceps serán determinantes.