Resiliencia empresarial o cómo prosperar ante la adversidad
En el día a día de toda empresa, se pueden presentar contratiempos que pueden alterar el flujo normal de trabajo. En estos momentos es cuando la capacidad de adaptación de los trabajadores se pone a prueba.
Todos los miembros que componen una empresa tienen la responsabilidad enfrentar los contratiempos que surjan con soluciones efectivas para poder mantener la continuidad de la empresa.
La resiliencia juega un papel fundamental, ya que a medida que la crisis que acecha va avanzando, las empresas resilientes tienen reservas y una estructura por módulos, es decir, si una parte de la corporación fracasa, el total en conjunto, no.
¿Qué es la resiliencia empresarial?
El concepto de resiliencia proviene del ámbito de la psicología, donde el enfoque principal es la forma en que los individuos pueden enfrentarse a circunstancias difíciles.
Extrapolando esta definición al sector empresarial, Harvard Business Review, en su artículo “Una guía para construir un negocio más resiliente”, define la resiliencia como la capacidad de una empresa para absorber el estrés, recuperar la función crítica y prosperar en circunstancias alteradas.
Capacidades de las empresas resilientes
Una forma de que una empresa tenga la capacidad de ser resiliente es la de adoptar los siguientes principios:
- La redundancia: se puede adoptar duplicando determinados elementos. Por ejemplo, teniendo múltiples máquinas que produzcan el mismo producto.
- La diversidad: a través de la contratación de personas con perfiles cognitivos diferentes y con un ambiente que fomente diferentes formas de hacer y pensar.
- La adaptabilidad: implica un alto grado de variabilidad que se consigue a través de la experimentación. Las empresas cuyos procesos y estructuras organizacionales sean adaptables, fomentan la flexibilidad y el aprendizaje. Esto les permite evolucionar en un entorno cambiante.
- La prudencia: entendiendo que si algo tiene la posibilidad de que ocurra, tarde o temprano puede pasar. Es necesario tener creados planes de contingencia para anticiparse y prepararse ante situaciones inciertas o complejas.
Beneficios de la resiliencia empresarial
Algunos de los principales beneficios de una empresa que se define como resiliente son:
- Trabajo con percepción al cambio: cuando en un entorno laboral se fomentan las relaciones constructivas con el fin de mejorar el bienestar, el compromiso y la productividad, se consigue mejorar la comunicación y la creación de sinergias entre los departamentos.
- Facilidad para identificar el cambio: es esencial que todos los trabajadores asuman que los cambios son importantes y que será necesario establecer pautas que permitan afrontarlos de manera eficaz.
- Capacidad de improvisación y acción: se logra a través de actividades que fomenten la adquisición de experiencias y acciones. Esto favorece la capacidad de reacción ante eventos desfavorables y contribuye a la posibilidad de proporcionarles capacidades que sumen a la empresa.
La resiliencia como trabajador
Siguiendo con lo comentado anteriormente, todos los trabajadores pueden desarrollar su propia resiliencia a través del autoconocimiento, trabajando el estrés, la incertidumbre, la flexibilidad ante las opiniones de los demás y, por supuesto, la paciencia.
La resiliencia en el trabajo no es una cualidad innata, si no una habilidad que todos podemos desarrollar a través de determinados comportamientos. A través de una mentalidad positiva, el apoyo adecuado y aprender a través de los errores podrás desarrollar esta magnífica capacidad en el entorno laboral.