Construir un entorno de trabajo inclusivo
En ocasiones no se tiene en cuenta que la diversidad abarca muchos aspectos del ser humano, tanto sociales como biológicos, culturales o psicológicos. Es difícil sustraerse de los sesgos porque, incluso, los tienen hasta los algoritmos utilizados para la captación de talento.
Igualdad, equidad, diversidad e inclusión
La RAE define la equidad como la cualidad que consiste en dar a cada uno lo que merece en función de sus méritos o condiciones. Es diferente de la igualdad, que se refiere a tratar a todos de la misma forma.
Que la diversidad sea un hecho en la empresa no implica necesariamente una actitud inclusiva, ya que para serlo hace falta la intencionalidad de acoger la diferencia y sacarlo mejor de ella. Inclusión es acción.
La inclusión real se da cuando los empleados sienten seguridad psicológica, es decir, cuando pueden expresarse en todas sus facetas sin temor a ser discriminados, criticados o perjudicados profesionalmente. Existe cuando sienten que su trabajo tiene valor y es reconocido.
Tanto la igualdad, como la equidad, la diversidad y la inclusividad, son necesarias en las empresas.
Pasos para construir un entorno de trabajo inclusivo
La inclusividad consiste en aceptar e integrar la diversidad en la cultura organizacional y no solo como un proyecto del departamento de Responsabilidad Social Corporativa o de RR.HH. Los directivos deben ser ejemplo para sus equipos.
- Lo primero es tomar conciencia de ello, de todos los tipos de diversidad que se pueden dar en el ámbito de trabajo: étnica, de género, religión, edad, orientación sexual, capacidad física o psíquica, etc. Aunque, más allá de eso, cada persona tiene sus capacidades particulares, necesidades y expectativas. Hay que tener en cuenta todas ellas, pertenezcan o no a un grupo minoritario en el conjunto de la sociedad o de la empresa.
- Observar y escuchar es el siguiente. Conocer bien a los empleados, cómo se sienten respecto al sentido de pertenencia o la igualdad de oportunidades y lo que aporta cada uno individualmente al conjunto de la organización. Valorar a los empleados en su individualidad.
- Demostrar que se escucha, tal y como debe ser la comunicación interna en general, no solo en cuanto a la inclusión.
- Establecer indicadores y medir. Pueden ser sobre igualdad de salarios por el mismo desempeño, ascensos, percepciones de los empleados, etc.
- Ofrecer a todos las mismas oportunidades.
Buenas prácticas para la inclusividad
Algunas buenas prácticas a tener en cuenta:
- Revisar el Employee Journey Map para que incorpore este enfoque desde el principio. Por ejemplo, evaluando a los candidatos exclusivamente por los méritos profesionales, sin solicitar fotografía, género o fecha de nacimiento.
- Que todos los empleados sean también conscientes de ello y, si es necesario, se lleven a cabo iniciativas para concienciar a los trabajadores de la importancia de ser tolerantes y acoger a los demás, cada uno con su particularidad, evitando así la discriminación. En ocasiones es necesario hacer patentes los beneficios de la inclusividad (p.ej. que las personas se sienten aceptadas y aumenta la motivación, se enriquecen las aportaciones, etc.).
- Publicar en la web la política de inclusión y un informe anual de las acciones que se han llevado a cabo o el perfilado de los empleados en relación con la diversidad más conocida, por ejemplo.
- Habilitar canales internos anónimos para que los empleados puedan contar a RR.HH. las malas prácticas de comportamientos no-inclusivos que se detecten (hostigamiento, discriminación, etc.), tomando las medidas correctoras oportunas.
- Preocuparse por utilizar un programa de reclutamiento, de entre los muchos que ofrece el mercado, que esté libre de sesgos.
Casos de Éxito de inclusividad laboral
ISS en los comedores de Accenture en Ámsterdam, incorporaron a una persona con autismo leve a la que asignaron las tareas que podía desempeñar, con el apoyo de sus compañeros tanto dentro de las cocinas como en su vida personal. Para todos fue una experiencia enriquecedora.
Otro ejemplo es el de Salesforce, que implementó la política específica de igualar el salario de hombres y mujeres que realizaban el mismo trabajo. Hacen revisiones y reajustes de manera continua.
Un entorno de trabajo es inclusivo cuando, tanto lo que le diferencia como lo que le iguala a cada empleado, contribuye al avance de la cultura y el negocio de la empresa y consigue trabajadores más felices.