Últimas técnicas de gran precisión y seguridad.
La intervención no requiere anestesia general ni hospitalización.
Rápida recuperación e incorporación a la actividad habitual.
Las soluciones que Sanitas ofrece para rejuvenecer la visión, están dirigidas a personas que tienen vista cansada o presbicia.
Esta patología es la principal anomalía visual que afecta a toda la población española mayor de 45 años. Esta manifestación se produce cuando hay que separar demasiado lo que estamos leyendo para enfocarlo bien o cuando hay que quitarse las gafas para leer de cerca, en el caso de los miopes.
El ojo normal, en reposo, está adaptado para la visión lejana. Cuando se requiere la visión de objetos próximos, un libro, la pantalla del móvil, etc., el ojo debe cambiar de foco realizando un esfuerzo al que llamamos acomodación. Este esfuerzo lo realiza el cristalino, el cual sirve para enfocar las imágenes, como hace el zoom de una cámara.
Con el paso de los años el cristalino va perdiendo su elasticidad, y con ello su capacidad de acomodación. La pérdida de esta capacidad se traduce en un alejamiento progresivo de la distancia más cercana a la que el ojo puede enfocar con nitidez. Cuando este punto supera los 33 cm., es el momento en el que se observan los primeros síntomas de lo que llamamos vista cansada o presbicia.
Consiste en extraer el cristalino que ya ha perdido o está perdiendo su capacidad de acomodación, para sustituirlo por una lente intraocular multifocal, que permite formar tres planos de enfoque (lejano, media distancia y distancia próxima) y es el cerebro el que elige el enfoque más adecuado para cada situación gracias a un procedimiento denominado pseudoacomodación. Estos implantes pueden realizarse uni o bilateralmente y requieren cirugía sobre el cristalino. En caso de ser necesario, se utilizará el láser excimer durante la intervención para corregir posibles defectos refractivos en la visión.
Con este tratamiento podemos corregir la presbicia, mejorando la visión intermedia y próxima. Aunque al mirar vemos con ambos ojos, un ojo está más especializado en ver de lejos (ojo dominante) y otro más especializado en ver de cerca (ojo lector). Mediante el tratamiento se pretende potenciar esta especialización, sin alterar la consciencia de visión binocular próxima y remota.
La consulta previa de valoración de la presbicia es fundamental. Realizamos un estudio previo compuesto por diversas pruebas optométricas y oftálmicas con el objetivo de obtener la información necesaria para determinar si el paciente es apto para la intervención y el tipo de procedimiento que vamos a emplear.
El día anterior a la cirugía, el paciente deberá administrarse en el ojo que ha de ser intervenido, unas gotas de colirio que reducirá las reacciones inflamatorias propias de cirugía, y un colirio antibiótico.
La intervención comienza con la aplicación de un colirio anestésico (gotas) y con la inmovilización de los párpados del paciente para evitar el parpadeo.
El postoperatorio es totalmente indoloro y muy rápido con ambas técnicas, al día siguiente de la intervención el paciente puede comenzar a hacer su vida normal teniendo unos cuidados básicos.
Tras la operación de presbicia con láser, o la operación de presbicia con lente intraocular, te daremos las recomendaciones necesarias para que la recuperación sea óptima.
Nos dedicamos a la salud desde hace más de 60 años.
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Todos nuestros centros cumplen con altos estándares de calidad para garantizar el mejor servicio.
No, es ambulatoria.
Anestesia tópica (gotas).
Aproximadamente una hora.
El postoperatorio normal es indoloro.
Generalmente la recuperación de la visión es inmediata.
La técnica que utiliza láser para corregir la presbicia en ningún momento compromete la agudeza visual de lejos del paciente.
La operación no es dolorosa.
Sí.
No es lo habitual.
Fondo de ojos, dilatación de pupila, tensión ocular, paquimetría, graduación de vista, entre otras, si es preciso.
Una al día siguiente, a la semana, al mes y a los tres meses.
A juicio del especialista del centro.
Depende de la edad del paciente, del defecto previo que tenga y del estado del cristalino. La decisión quedará entre las recomendaciones del oftalmólogo y el paciente.
La patología de la catarata es la opacificación del cristalino. Por lo que en aquellas técnicas en las que el cristalino se haya sustituido por una lente (intraoculares) el paciente ya no padecerá de cataratas, al contrario en caso de que la técnica elegida sea extraocular en las que el cristalino no se ha sustituido el paciente podrá padecer de cataratas en un futuro.
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