Reducción del dolor post quirúrgico y menor riesgo de infección.
Tratamiento sin incisiones, por vía endoscópica, 100% reversible.
Postoperatorio sencillo, vuelta a la actividad habitual rápidamente.
El método POSE permite la reducción del estómago sin incisiones ni cicatrices. Es una opción quirúrgica, via endoscopia, poco invasiva y segura para tratar el sobrepeso y la obesidad.
Se trata de reducir la capacidad del estómago para que el paciente presente una sensación de saciedad precoz y además disminuya la cantidad de alimentos en la ingesta.
Se realiza por vía oral mediante una endoscopia y consiste en la realización de una serie de pliegues en el fundus gástrico para modificar el tamaño y la forma del estómago y reducir así su capacidad y estimular la sensación de saciedad prematura.
La duración de la intervención es de unos 40 minutos y se realiza bajo anestesia general. Como se trata de una intervención mínimamente invasiva, está considerada de bajo riesgo y el ingreso hospitalario suele ser de tipo ambulatorio o de tan solo 24 horas. Como no hay incisiones ni heridas externas, el proceso de recuperación es rápido y poco molesto.
Los pacientes empiezan a perder peso durante las 4 primeras semanas posteriores a la intervención. El resultado final del tratamiento dependerá en gran medida del nivel de adhesión al programa de reeducación de hábitos alimenticios y de estilo de vida.
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El procedimiento se realiza en su totalidad por vía oral mediante una endoscopia, por lo que no requiere ningún tipo de corte y/o incisión externa, siendo menos invasiva que los procedimientos que ofrece el mercado actualmente. La recuperación del paciente es más rápida con el método POSE obteniendo los mismos resultados de pérdida de peso.
Su duración suele ser de 40-50 minutos, se realiza bajo anestesia general y, como se trata de una intervención sencilla y considerada de bajo riesgo, el ingreso suele ser de tipo ambulatorio. Aunque será siempre el equipo médico quien determine, dependiendo de cada caso, el tiempo de hospitalización necesario.
La duración del ingreso hospitalario estará siempre determinada por nuestro equipo médico. La mayoría de pacientes son dados de alta a las pocas horas de la reducción dependiendo de su evolución.
Tras la intervención, se empieza con un programa específico de dieta y el seguimiento por parte de tu equipo médico multidisciplinar. Como se tiene menos hambre y el paciente se siente saciado antes, se come menos y el cuerpo comenzará a quemar la grasa ya existente. La cantidad de peso que pierdas y la velocidad a la que lo hagas se verá influida por el nivel de adhesión al programa de modificación de hábitos alimenticios y de estilo de vida propuesto por el equipo de nutricionistas y psicólogos.
La mayoría de pacientes vuelven a su actividad normal en uno o dos días después de la intervención. Aunque siempre dependerá de cada caso. El equipo médico te dará una serie de pautas a seguir para iniciar el cambio de hábitos alimenticios y de estilo de vida. Seguir las indicaciones de nuestro equipo médico, nutricional y psicológico es fundamental para optimizar los resultados del tratamiento y alcanzar tus objetivos.
Se espera que un paciente de POSE llegue a perder un 45% del exceso de peso. La experiencia nos indica que los pacientes empiezan a perder peso durante las 4 primeras semanas tras el procedimiento, cuando empiezan a sentir la sensación de plenitud. El resultado final del tratamiento dependerá en gran medida del nivel de adhesión al programa de reeducación de hábitos alimenticios y de estilo de vida. Para incrementar la pérdida de peso y mantenerla a largo plazo, es necesario acompañar el POSE de un seguimiento por parte de un equipo nutricional para adquirir hábitos alimenticios y de estilo de vida más saludables.
La obesidad está considerada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como la epidemia del siglo XXI. En la actualidad, hay trescientos millones de obesos y mil millones de personas en todo el mundo padecen sobrepeso. La obesidad se ha convertido en uno de los principales problemas sanitarios de los países industrializados.
Según datos de la OCDE, las personas obesas fallecen entre 8 y 10 años antes que las que están en su peso. De hecho, por cada 15kg de más, aumenta un 30% el riesgo de muerte. Algunas de las patologías asociadas al sobrepeso y la obesidad son: entre otras, las enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares, cáncer, artrosis, alteraciones de los lípidos en sangre (colesterol y triglicéridos) diabetes o hipertensión y enfermedades de columna, huesos, articulaciones y músculos.
Durante décadas los cirujanos han practicado diferentes cirugías bariátricas para ayudar a las personas a perder peso. Este tipo de operaciones son muy efectivas, pero conllevan los riesgos asociados a una cirugía abierta o vía laparoscópica, por eso, habitualmente solo se prescriben en casos de obesidades extremas; cuando las patologías asociadas al exceso de peso conllevan un mayor riesgo para el paciente que la propia cirugía.
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