El ejercicio físico forma parte de la vida de cualquier persona, independientemente de su sexo o edad. Se ha convertido en una realidad que nos ayuda a mantener nuestra salud, permanecer libres de enfermedad y mejorar nuestra condición física y nuestro estado de ánimo.
La irrupción de una enfermedad grave y especialmente si nos referimos al cáncer, puede provocar que nuestra vida entre en suspensión hasta que asimilamos la realidad que estamos viviendo. Es normal. Somos humanos y la palabra “cáncer” sigue provocándonos mucha incertidumbre.
Tras este momento de shock y desconcierto, normalmente viene la reorganización de nuestras vidas. Y en este proceso el ejercicio físico es un aliado tremendamente valioso. El cáncer no implica abandonar el ejercicio físico, sino más bien adaptarlo a nuestra situación.
Más allá del valor del deporte como herramienta terapéutica que ayuda a paliar los efectos secundarios de los tratamientos oncológicos y nos ayuda a mejorar nuestro estado de ánimo, el ejercicio físico permite que nuestro cuerpo se prepare para las exigencias de los tratamientos y sobrellevar mejor la fatiga y la debilidad muscular que normalmente se asocian con las distintas terapias oncológicas. De hecho, existen estudios que han demostrado ya que el ejercicio físico moderado y controlado por los especialistas al cargo del tratamiento oncológico, ayuda a las personas con cáncer a obtener significativos aumentos de fuerza muscular y una mejor condición física: el corazón y los pulmones responden mejor al impacto de los tratamientos.
Este libro, coordinado y editado por Sanitas Hospitales y la Universidad Camilo José Cela, muestra cómo el deporte y la actividad física ayudan a prevenir y tratar distintos tipos de cáncer, con un lenguaje sencillo y accesible, pero con todo el rigor académico y clínico necesario. Os enseñaremos cómo mantener actividad física en las distintas edades, en las distintas tipologías de cáncer y situaciones oncológicas y durante todas las etapas de la enfermedad.
Estamos convencidos de que el ejercicio físico adecuado a nuestra realidad clínica y bajo la supervisión del equipo médico que nos atiende, puede ayudar a una mejor recuperación y a minimizar los efectos secundarios de algunos tratamientos.
Además, hemos tenido la inmensa suerte de contar con el testimonio de deportistas de élite que han padecido cáncer. La enfermedad supuso un paréntesis en sus vidas y sus carreras, pero el ejercicio y el deporte les ayudó a sobrellevar y superar la enfermedad.
Nuestra esperanza es que este libro ayude a todas las personas que padecen cáncer y a sus familiares para que incorporen el ejercicio físico a sus vidas.