Las glándulas parótidas forman parte del grupo de glándulas salivares, que completan los dos maxilares inferiores y las dos sublinguales. Están situadas, una a cada lado, al final de los maxilares y a la altura de la parte inferior de las orejas. Son las más grandes y complejas de este conjunto glandular, pues contienen los ganglios linfáticos paratoideos, es atravesada por la carótida y el nervio facial y en ellas nace la yugular. Producen la saliva más espesa.
Las glándulas parótidas pueden verse afectadas por diferentes enfermedades:
- Paperas o parotiditis: es una infección vírica cada vez menos frecuente, ya que la vacuna triple vírica inmuniza contra el virus que la causa. Se caracteriza por un proceso inflamatorio que afecta a ambas gándulas y a los tejidos adyacentes, lo que la hace claramente visible desde el exterior.
- Infecciones bacterianas: suelen darse en personas deshidratadas y gravemente enfermas. Puede estar causadas por una mala higiene bucal, pero también por la obstrucción de uno o los dos conductos salivares a causa de la cristalización en su interior de algunos componentes de la saliva.
- Tumores: suelen afectar sólo a una de las dos glándulas, causando la obstrucción del conducto salivar. pueden ser benignos o malignos.
- Inflamación causada por otras enfermedades: patologías como la artritis reumatoide, diabetes, sarcoidosis y algunas enfermedades del sistema inmunitario pueden afectarlas.
Todas estas afecciones de las glándulas parótidas presentan unos síntomas característicos:
- Inflamación apreciable por debajo de la parte inferior de las orejas.
- Dolor de oídos. Puede ser constante o producirse al masticar.
- Mal sabor de boca.
- Sequedad de boca.
- Fiebre.
- Dificultad para tragar.
- Pérdida de apetito.
- Dolor facial.
- Dificultad para abrir la boca.
La inflamación de las glándulas parótidas debe ser motivo de consulta médica, pues requiere establecer un diagnóstico diferencial y definir el correspondiente tratamiento, que será diferente según cuál sea la causa. En el caso de que se trate de un tumor será necesaria la cirugía para extirparlo y su posterior análisis histopatológico para determinar si es benigno o maligno.