En baloncesto, pívot es el jugador que recoge rebotes y anota puntos. El fósforo es un poco pívot del equipo metabólico celular.
El fósforo en el cuerpo humano - un total de unos 700 gramos -, juega al menos un papel esencial en:
- Formación de hueso, el cual posee el 85% del total.
- Constitución de la membrana de las células.
- Intervención fundamental en la energía celular (ATP).
- Formación del DNA, el ácido donde residen los genes.
Una dieta normal aporta una buena cantidad de fósforo (necesidades diarias: unos 700 gramos). La leche y los derivados lácteos son especialmente ricos en este mineral. Un litro de leche proporciona un gramo de fósforo. Dos raciones de pescado o carne (250 gramos), 800 gramos.
El fósforo incrementa su importancia en épocas de crecimiento, embarazo, lactancia y edad avanzada, en las cuales la necesidad de fósforo puede llegar a 1.2 gramos.
Es necesario revisar la deficiencia de fósforo en problemas digestivos de malabsorción, diarrea crónica y en alteraciones renales que hacen perder fósforo.
El abuso de bebidas alcohólicas, el estrés, el deporte de competición, diabetes descompensada y enfermedades crónicas son causa de gasto excesivo de fósforo.
La deficiencia de fósforo se debe sospechar en la falta de apetito, trastornos de crecimiento, osteoporosis, cansancio crónico, calambres, atrofia muscular, desórdenes nerviosos físicos y psíquicos, arritmias...
El uso de suplementos de fósforo en el deporte está bastante extendido por la supuesta ayuda de energía. Los estudios realizados sobre su eficacia no concuerdan, aunque parece demostrado que aumentando los alimentos ricos en fósforo o utilizando un gramo de fosfato tribásico de sodio cuatro veces diarias, durante seis días, aumenta la captación de oxígeno y la resistencia en deportes tan diferentes como ciclismo o levantamiento de pesas.
El exceso de fósforo puede causar serias alteraciones como lo es la deficiencia de calcio, por lo que los suplementos fosforados, productores de energía (ergogénicos), que suelen utilizar los deportistas, deben ser convenientemente vigilados por un médico especialista. La ingesta máxima diaria no debe superar los 4 gramos diarios.
