Signos y Síntomas
- Venas agrandadas visibles bajo la piel de las piernas.
- Coloración parda-grisácea de los tobillos / pantorrillas.
- Úlceras en la piel de los tobillo
Información General
La sangre sale del corazón a través de los vasos sanguíneos denominados "arterias" hacia el organismo, para llevarle oxígeno y nutrientes, y emprende desde cualquier parte del cuerpo su viaje de vuelta al corazón a través de los vasos llamados venas. La primera parte del camino es fácil, pues el corazón se encarga de impulsarla hacia delante, pero la vuela desde algunas zonas es más difícil, pues nada la empuja de vuelta hacia el corazón. Las regiones que están por encima del mismo lo tienen fácil: la sangre, por efecto de la gravedad, vuelve con escasos esfuerzo. Las regiones que están muy por debajo y muy lejos del corazón lo tienen, por el contrario, muy difícil, ya que hay un camino largo por hacer, que además es contra la gravedad.
Varices
A causa de esto, las venas de las piernas tienen válvulas, de forma que la sangre que va subiendo no puede volver a bajar por su propio peso. El bombeo se hace al mover los músculos de las piernas, así, andar es un ejercicio excelente para activar la circulación de las piernas.
Cuando por diversas razones al cuerpo le resulta imposible hacer que la sangre vuelva con fluidez al corazón, ésta se va estancando, y para que tenga sitio el vaso (la vena) se va dilatando. En un primer momento, si se favorece el retorno venoso dicha dilatación desaparece y la vena vuelve a ser normal. Pero si dura demasiado, la vena se da de sí, se "cede", las válvulas dejan de funcionar y el problema ya no se solucionará cuando se favorezca el retorno.A los vasos dilatados se les llama varices, y pueden aparecer en cualquier lugar del organismo, aunque las más frecuentes son en las piernas.
Las varices afectan a 1 de cada 10 personas, aproximadamente, y de forma dos veces más frecuente en mujeres, fundamentalmente por efecto de los embarazos (que empeoran el retorno venoso). Las varices tienden a hacerse más grandes con el tiempo, y pueden llegar a ser causa de edemas (hinchazón) en las piernas y úlceras varicosas, que a menudo se preceden de pigmentación parda de la piel.
Tratamiento
Auto-ayuda (medidas generales).
- Evitar sentarse o estar de pie quieto durante largos períodos.
- Si el trabajo o la vida diaria son sedentarios, hay que flexionar piernas y tobillos frecuentemente, levantarse y andar. Al final del día, ayudará a aliviar toda tumefacción el elevar las piernas unos centímetros por encima del nivel del corazón (por ejemplo, tumbados).
- El ejercicio regular (paseo, bicicleta, natación) disminuye la presión en las venas y alivia las molestias.
- Medias compresivas. Proporcionan alivio inmediato y duradero, al comprimir las varicosidades y mejorar así el retorno venoso. Suelen estar diseñadas de forma que la máxima compresión se da alrededor de los tobillos y pantorrillas. Pueden estar indicadas también en el embarazo.
Cirugía. Las varices pueden quitarse mediante intervención quirúrgica, que debe incluir la escisión de la vena más grande y de sus tributarias o colaterales. El beneficio a largo plazo en pacientes apropiados es muy alto. La cirugía suele complementarse con la esclerosis de varices.
Esclerosis de varices. Para varicosidades pequeñas, pero con efecto estético inaceptable, se suele emplear una técnica que consiste en inyectar directamente en cada vénula superficial varicosa una sustancia química que produce una inflamación de la vénula, que luego se sigue de cicatrización (esclerosis) de la misma. La técnica incluye por lo general múltiples sesiones. Si se realiza correctamente, es prácticamente indolora y exenta de complicaciones.