Hay varios tipos de esquizofrenia:
- Paranoide: se caracteriza por la ansiedad, la irritabilidad y la convicción de que alguien quiere hacer daño a quien la sufre o su familia.
- Desorganizada: los pacientes tienen problemas para organizar y esxprsar sus pensamientos, se muestran faltos de emociones y suelen tener un comportamiento infantil.
- Catatónica: apenas se comunican con otras personas, apenas tienen actividad, tienen delirios y adoptan posturas rígidas.
- Indiferenciada: en este caso se presentan síntomas de diferentes tipos de esquizofrenia.
La esquizofrenia es una enfermedad compleja sobre las que no se conocen con exactitud las causas, aunque sí parece que tiene un componente genético, ya que los antecedentes familiares determinan una predisposición a sufrirla. Puede iniciarse a cualquier edad, aunque lo más frecuente es que los primeros síntomas se presentes en la adolescencia y el principio de la edad adulta. Aunque afecta indistintamente a hombres y mujeres, en ellas suele debutar más tardíamente y de una forma más leve. Aunque no es nada habitual, también se puede presentar durante la infancia.
Síntomas de la esquizofrenia
Los primeros síntomas de esquizofrenia son leves y se suceden lentamente durante meses o incluso años, limitándose a problemas de sueño, irritabilidad o dificultad para concentrarse en una actividad concreta. Más adelante aparecen:
- Comportamientos extraños.
- Alucinaciones.
- Ausencia de emociones.
- Aislamiento.
- Delirios.
- Falta de concentración y de atención.
- Pensamientos desorganizados.
Los pacientes esquizofénicos también pueden presentar episodios de ansiedad y depresión, así como pensamientos y actitudes suicidas.
Tratamiento de la esquizofrenia
Una persona que padezca esquizofrenia, siempre que cumpla el tratamiento puede desarrollar una vida normal y disfrutar de una integración social y laboral que le otorgue una buena calidad de vida. La clave es precisamente que cumpla el tratamiento y que no lo abandone porque se siente bien y crea que ya no lo necesita. La labor de la familia es muy importante en este contexto, si bien en la actualidad se tiende a utilizar medicamentos antipsicóticos inyectables que mantienen su eficacia durante dos a cuatro semanas y que deben ser administrados por un profesional sanitario, por lo que está debidamente controlado.
El tratamiento de la esquizofrenia se completa con psicoterapia (rehabilitación, terapia individual o de grupo, y terapia cognitiva-conductual), con el objetivo de ayudarle a comprenderse a sí mismo y a desarrollar habilidades sociales. La psicoterapia implica también la educación familiar para que conozcan todo lo relacionado con esta enfermedad, que se preocupen de que el paciente cumpla el tratamiento y puedan evitar que se produzcan recaídas.