El comienzo
Lo antes posible. El parto no representa el único estímulo para la “subida de la leche”. Es necesario, además, que el niño mame cuanto antes. Lo ideal es ponerle al pecho antes de haber transcurrido una hora desde el parto.
Frecuencia
No conviene fijar un horario rígido, al menos durante los primeros días. El niño va a demandar el pecho en función de la cantidad que tome y si al principio saca poca cantidad lo lógico es que pida con más frecuencia. Por tanto, hasta que se establezca la lactancia de manera adecuada, el niño mamará muchas veces al día y este vaciamiento frecuente del pecho estimulará una mejor producción de leche.
Con el paso de las semanas, se irá alargando el tiempo entre las tomas y, se establecerá un horario, más o menos fijo, que oscila generalmente entre dos y cuatro horas. Unos niños son más regulares que otros, lo cual es normal.
La noche
Los lactantes tardan un tiempo en adoptar la pausa nocturna; por tanto, durante los primeros días pedirán también por la noche y se les debe dar de mamar. Los denominados “nidos” están cada vez más en desuso, siendo más adecuado, salvo contraindicaciones médicas, que madre e hijo permanezcan juntos, tanto por el día como por la noche.
Duración de la toma
Aunque, pasados los primeros días, se suele recomendar entre 10-15 minutos de cada pecho, no hay tampoco un horario rígido en este aspecto. Es preferible que el niño mame tranquilamente del primer pecho hasta vaciarlo, ya que la leche es distinta a lo largo de la toma, y es al final cuando pasa la mayor cantidad de grasa.
Por eso, si al niño se le retira antes de tiempo, puede ocurrir una menor ganancia de peso y menor sensación de saciedad: el niño llorará más y pedirá más seguido.
Por qué pecho se comienza
El segundo pecho quedará, entonces, como “postre” y es posible que no se vacíe del todo. Para que la leche continúe produciéndose en los dos pechos por igual, es necesario que en la toma siguiente se comience por el pecho por el que se finalizó la vez anterior.
Colocación al pecho
Es importante que el niño coja el pecho correctamente: de esta forma se contribuirá a evitar la aparición de grietas y dolor en el pezón.
El primer paso consiste en que la madre se encuentre cómoda y relajada. Entonces cogerá al niño, situándolo casi frente a su pecho, le tocará la mejilla con el pezón para estimular el reflejo de búsqueda y, cuando el niño abra la boca, introducirá en ella el pezón y también la areola mamaria, pues es sobre esta zona, más resistente, donde el niño debe efectuar la mayor presión al succionar.
Posturas más adecuadas
La madre elegirá la postura que le resulte más cómoda para dar el pecho al bebé. Las primeras semanas se pasa mucho tiempo dando el pecho, y se deben evitar los posibles dolores de espalda que podrían surgir.
Las posiciones recomendadas serían:
- Sentada.
- Tumbada de lado.
- Semirrecostada
Se elegirá un lugar tranquilo, con luz moderada, sin ruidos y con una temperatura suave.
Para saber si el bebé come lo suficiente
Por el peso se sabrá. Es el mejor índice de una adecuada nutrición. Otros factores como llanto del niño, período entre toma y toma, sensación de la madre de tener el “pecho vacío”, llevarse las manos a la boca, buscar, etc., pueden no corresponderse con una situación real de hambre. Si el niño gana bien de peso, es que mama bien.