¿Qué es la sostenibilidad empresarial?
Existe un interés social creciente por la sostenibilidad, a la vista de las consecuencias que los comportamientos humanos y, en concreto, el consumismo exacerbado están provocando en el medioambiente. A raíz de este interés, han surgido nuevos conceptos y enfoques como el de la gestión empresarial sostenible.
¿A qué nos referimos cuando hablamos de gestión empresarial sostenible?
Se trata de llevar a cabo una estrategia empresarial 360 en la que los procesos y las decisiones se enfrenten teniendo en cuenta las repercusiones en todos los ámbitos (social, medioambiental y económico). Es un enfoque sistémico, holístico, de la gestión empresarial.
Se tiene en cuenta el impacto de las decisiones en la vida de los empleados, proveedores, clientes, accionistas, en la comunidad cercana al centro de trabajo, en la sociedad, el medioambiente y en la viabilidad de la propia empresa.
La gestión empresarial sostenible no es una tarea exclusiva del departamento de responsabilidad social corporativa, es imprescindible que esté integrada esta cultura en toda la organización y que los empleados la asuman como reto propio.
Se establecen indicadores para ir tomando decisiones estratégicas en base a los resultados de las mediciones. En un nivel más táctico, se hará un seguimiento de procesos para aplicar correcciones y buscar su optimización.
En cualquier caso, lo primero es que el negocio consiga ser viable y sostenible económicamente. Esta es una premisa necesaria e imprescindible para que pueda darse una sostenibilidad más global.
7 claves para conocer el contexto de la sostenibilidad
- En 2015, la Asamblea General de la ONU aprobó por unanimidad la Agenda 2030. En ella se establecían los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), con vistas a alcanzarlos en 2030 involucrando a la sociedad civil, corporaciones y administraciones públicas. Cada uno de esos objetivos se concretaron en diferentes metas pormenorizadas.
- La sostenibilidad empresarial implica medir el impacto positivo. Hay diferentes metodologías y herramientas que facilitan la medición del impacto. Además, está el Índice de Sostenibilidad Dow Jones (ISDJ) que mide 1.000 variables para determinar esta aportación de valor y establece un ranking de empresas a nivel global.
- Las empresas B Corp son aquellas que equilibran el propósito social con los objetivos económicos, buscando generar un impacto positivo. Existe una organización sin ánimo de lucro, B Lab, que otorga las certificaciones y promueve este enfoque. En España ya son varias las empresas que han conseguido esta distinción.
- El Triple Balance o triple cuenta de resultados: al igual que se elabora un balance financiero, que es un reflejo del desempeño empresarial desde el punto de vista económico, existen indicadores que miden su impacto medioambiental y social.
- Economía circular: este concepto se refiere a aquella que va en contra de un sistema en el que la producción y el consumo siguen un proceso lineal. Se trata de un proceso circular cuando se reciclan los bienes y se aprovechan como recursos para volverlos a integrar en la cadena de producción. Los productos ya se diseñan para que este proceso sea viable.
- La obsolescencia programada sería el proceso contrario al anterior. Los productos se diseñan para que tengan una duración predeterminada, obligando al consumidor a adquirir uno nuevo cada cierto tiempo. Se están empezando a tomar medidas legales para controlar esta práctica tan perjudicial con el medio ambiente.
- También han aparecido conceptos como el greenwhasing, que se refiere a aparentar interés por el medioambiente y el bien social a través de las publicaciones en las redes sociales y los medios cuando, en realidad, es solo una estrategia comercial.
La falta de conciencia social sobre sostenibilidad a todos los niveles, los esfuerzos económicos y organizativos que implican, las leyes y marco regulatorio laxos respecto al cuidado del medioambiente en algunos países y la dificultad para medir los impactos más allá de lo económico, jugarían en contra de su adopción.
No obstante, gestionar de forma sostenible suele llevar aparejado el reconocimiento de los consumidores, premiando a aquellas empresas con esa cultura. Los beneficios de la sostenibilidad empresarial conllevarán, además, otros como el ahorro de costes, tener empleados más felices, mejorar la reputación de marca o disminuir el impacto medioambiental de la producción.